miércoles, 19 de enero de 2011

Día 2
Desde las angustias más remotas hasta la incansable lectura del solo para fumadores de Ribeyro, todo me recuerda la bocanada mágica que modela las formas que llevo dentro; me pregunto si alguna vez 21 días fueron tan largos…

martes, 18 de enero de 2011

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Breve diario de un breve no fumador

Es para mi cuando menos estresante abandonar las costumbres. El desorden no viene como uno exhuberante, sino mas bien como uno "atarantador"...

Día 1 justo despues de abandonar la estacion del Metro.

martes, 14 de septiembre de 2010

sexo, pudor y lágrimas... si claro
sexo sin pudor, sin lagrimas y sin hijos.

jueves, 9 de septiembre de 2010

no ha sido casual encontrarme en la situación en la que me encuentro. no quiero que suene a justificación porque no hay mucho que justificar, no es un ejercicio de culpas, es más bien algo que pasaba por mi cabeza hace ya algunos días, curioso que la última palabra antes de la coma se ajuste tan bien a la situación, pero yo quiero saber, a veces me decía un amigo al que no veo hace mucho, las mujeres somos brujas. no sé si esto sea necesariamente cierto, pero el gut feeling del que hablan los gringos es inevitable en ciertas ocasiones y entonces la pregunta: seguirlo o tomas una manzanilla y engañar al brujo del estomago?  

miércoles, 11 de agosto de 2010

wrong


A veces hay algo que decir, quizá importante, tu cerebro ordena las palabras antes de decirlas, les da armonía, lo ensayas mentalmente, piensas en que sería bueno decirlo ya, entonces la orden se da, de tu boca sale un inicio, y… un golpe las regresa, las detiene. Y que hacemos? Nos damos la vuelta, y cerramos los ojos, pensando en que de repente es mejor y que algún orden, extraño e incomprensible, nos ha echado una mano. Pero, y si no? Archivamos o re-intentamos?   

viernes, 23 de julio de 2010

elecciones

En el Perú la temporada de campañas electorales es deprimente. Desde “el ritmo del chino”  hasta “el embrujo de Lourdes”, siempre en elecciones hay una serie de estupideces que son de lo peor, "el circo de las elecciones" en el que los candidatos son capaces de hacer literalmente lo que sea contal de parecer accesibles. Las canciones, los bailes, los artistas invitados que no conocen ni la línea política de la que provienen los candidatos… Creo que ningún candidato está feliz cuando se hace el bacán, basta con verle la cara a la pobre señora Flores.

Señores candidatos, dejen las estupideces por favor, me deprimen.  


viernes, 18 de junio de 2010

Tengo la poética enferma
Que me jala para todos lados,
Incapaz de comprender mis límites.
Pero voy sigilosamente,
Guiada por el sonido de un trasatlántico lejano.
I


Esta noche no hay seres bailarines que vengan a animarle, /sal de casa, camina con la levedad más ingrata que hay, la de saberse incapaz/.



II



Quiso tocarla, pero hay que dejar las sombras. Las sombras no bailan.



III

Las estrellas amarillas no se pintan solas, hace falta el anochecer acompañado de un sublime. La curiosidad de los gatos. El trasatlántico ha partido.

martes, 25 de mayo de 2010

Me detengo en una banca frente al mar, hace frio, me abotono el saco y meto las manos en los bolsillos, me dedico a observar: Espejo, los límites del aire y del agua juegan con sus especies, aproximándolas /Algunas aves sobrevolando muy cercanas al agua, deseosas de un agitado pez en la superficie/Lo ve, lo calcula, acelera y lo pesca. Quedará ciega pronto y morirá en el mar, de hambre; pero ahora come. Yo observo.  
Se acerca un niño: lleva un saco como el mío, no debe tener más de diez años, se acerca más. Llega a la banca y se sienta. Observo el mar, regreso a mi horizonte pero un roce me distrae, un pequeño pie tocaba mi pierna, el bebe está a punto de caer. Lo tomo en mis brazos y miro alrededor: el bebe que llora, la arena, el mar y yo, no más. Siento en mis brazos como el peso aumenta, hasta que no puedo levantarme, pesa cada vez más y el mar se acerca, es gentil, pero viene a tocarme, mis pies, el agua es tibia; mis rodillas, mis piernas, estoy asustada; mi estomago y el bebe se sumergen, el bebe deja de llorar justo cuando yo comienzo; mi pecho, mi cuello, puedo sentir el agua salada, puedo ver como el bebe traga agua y se agita en mis brazos ante la falta de aire. Estoy bajo el agua, el crio se calma y se transforma en pez y deja mis brazos. Se va el fondo del mar, hasta que no lo veo más. Se me acaba el aire, me impulso con fuerza y puedo ver el sol a través del agua, a lo lejos.